K-Barakaldo aldizkaria

Las carrascoliendas. Cuestación carnavalesca barakaldarra.

José Ignacio Homobono Martínez

CUESTACIONES INVERNALES INFANTILES

El factor estacional imprime carácter a la vida cotidiana y a las fiestas del ciclo anual. Los rigores climáticos invernales y la ralentización del ciclo productivo agrario imponen el repliegue hacia el espacio doméstico y vecinal. Las fiestas de otoño-invierno se enmarcaban en un contexto de progresiva escasez alimentaria que el calendario festivo tratará de paliar. Desde San Martín hasta Carnavales, Marzas y Pascuas niños, “chavales” y mozos celebran cuestaciones de viandas: (aguilandos) aguinaldos, carrascoliendas (carnestolendas), Santa Águeda (Agate Deuna). Estos subgrupos intensifican las ocasiones festivas de comensalía y de reactivación de su identidad intragrupal y comunitaria (Homobono, 1997: 66; 2008 [2002]). Porque, como explicitara Simmel (1981: 131), la comensalía religa a las personas en torno a relaciones lúdicas, cuya finalidad se agota en sí misma. En cualquier tipo de fiesta popular, el síndrome comensalístico activa diferentes niveles de interacción social (Simmel, 1986: 263-270). La comida en común constituye un medio para expresar sociabilidad y reforzarla.

Tales cuestaciones son una secuencia de “cantar y comer”, en ronda coral y postulante, que los niños o mozos, formando un grupo para el ritual, efectuaban de casa en casa por el ámbito intracomunitario. Esto representaba un rito de paso desde la pubertad a la mocedad y la integración en la cuadrilla o sociedad de mozos, condensando la sociabilidad y el comensalismo de los agentes, ya que la petición coral de viandas y la organización de comidas grupales en un local al efecto les permitía reforzar sus vínculos de pertenencia a la propia comunidad escolar y/o local / barrial.

Una de las cuestaciones invernales infantiles1Junto con los Aguilandos o Aguinaldos, por Reyes, que comparten algunas estrofas en Barakaldo. tenía lugar en Barakaldo dentro del período formalmente de Carnaval. Estas “rondas de canto y petición” (AMB: 442-27) recibían en nuestra anteiglesia variantes de una misma denominación, por las coplas alusivas a las Carnestolendas que se interpretaban durante la mismas: carnestolendas (Llano, San Bizente, Kareaga, La Quadra), carrascoliendas2Que elegimos por ser la más aceptada en el ámbito supramunicipal inmediato donde se realiza, o se realizaba, esta cuestación escolar. (Gorostiza), carrastoliendas (Retuerto, El Regato/Errekatxo, Santa Águeda-Kastrexana, carrastolendas (San Bizente), carrastolindas (Bituritxa-Lutxana, Zuazo, Retuerto), carrascolindas (Zuazo) e incluso otras diferentes3El método utilizado ha sido doble. Basado, sobre todo en la documentación del Archivo Municipal de Barakaldo, pero complementado con entrevistas realizadas a vecinos/as, nacidos en buena parte de los barrios de este municipio durante el periodo de entresiglos (XIX-XX). Entrevistas extensivas a los vecinos barrios de Ugarte (compartido por Trapaga y Barakaldo [Ugarte la Vieja]) y con la Quadra (Lakabex) como zona inmediata al sector barakaldarra del valle del Kadagua. Más algunos datos bibliográficos supramunicipales o analíticos..

Las carrascoliendas, cuestación invernal infantil de carácter tradicional, en Barakaldo y alrededores.

DE CARÁCTER TRADICIONAL

Los niños que solicitan permiso al Ayuntamiento para realizar esta postulación itinerante aluden, ya a comienzos del siglo XX, a su carácter tradicional: “según costumbre” (Retuerto), “la acostumbrada postulación […], que según es tradicional” (Llano) en 1908 (AMB: 212-5). A medida que transcurre el tiempo, y el municipio atraviesa profundos cambios socioeconómicos, el alegato es más explícito: “por seguir la tradicional costumbre” (Llano); “deseando guardar y conservar las viejas costumbres de su pueblo” (San Bizente) en 1919 (AMB: 236-15). Aunque la apelación más neta es la de Llano: “Amantes de las tradiciones de nuestro pueblo, y, por no perder la costumbre privativa de los chicos de la escuela con la pública postulación llamada de Carnestolendas” (AMB: 442-27).

Chicos de la escuela de Retuerto, 1915

El recurso al carácter tradicional de esta costumbre y su mantenimiento se hace reiterativo durante las dos décadas siguientes. La afirmación de los chavales de Llano, en 1930, cuando se avecina el final de esta práctica, mitifica sus orígenes, al alegar que postulan “por seguir la tradición, en Barakaldo desde tiempo inmemorial establecida, de hacer una postulación pública denominada de carnestolendas” (AMB: 518-14).

Con independencia de la función legitimadora que vehicula esta línea argumental, resulta evidente que tanto la cuestación como su canción se enraízan en la cultura popular de períodos precedentes. Incluso resulta plausible que un texto castellanófono existiera en ese Barakaldo bilingüe de medio siglo antes. Por su vinculación al ámbito escolar, se hace preciso recordar que la difusión de equipamientos escolares por los barrios barakaldarras se efectúa entre 1881 (Retuerto) y 1927 (escuelas de barrio de Kareaga y Kastrexana).

PROTAGONISTAS Y FECHAS

Salían a postular los “chicos que andan a la escuela”, como afirma el propio texto cantado y explícitamente cita la maestra de El Regato/Errekatxo en su petición de 1904. Los chicos eran de edades comprendidas entre los 11 y los 15 años, aunque habitualmente de 12 a 14 (AMB: 203-23, 532-9 y 563-2; DSM, JLU, JLZG.), lo que nos sitúa en una temprana inserción de estos chicos en los ámbitos laboral y de relaciones sociales de los adultos. La gran mayoría provenía de las escuelas públicas4Ya que tan sólo en 1904 solicitan el permiso para cantar las carrascoliendas los alumnos de la Escuela de la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya (AMB: 203-23).. Respecto a las chicas, tan solo en La Quadra y en Santa Águeda5Barrio donde, por carecer de escuela privativa durante el primer cuarto del siglo, situada en Kastrexana (Bilbao), al otro lado del Kadagua durante el periodo de entresiglos era la chavalería local quien protagonizaba la cuestación. En 1926 se construyó la nueva escuela de Larrazabal, ya en la orilla barakaldarra del Kadagua. formaban parte de la ronda petitoria (IUV; VLA; DSM).

Chicos de la escuela de El Regato, hacia 1933. Foto cedida por Atanasio Cercadillo

El número de componentes del grupo es variable y más restringido a comienzos de siglo: 5 en Llano en 1908, 6 en San Bizente ese mismo año, 7 en El Desierto, Landaburu y San Bizente para 1904 (AMB: 212-5, 203-23), así como en 1913 y 1919 en San Bizente (AMB: 442-27 y 236-15). Ya en 1926 son 16 niños de la 1ª Sección de esta escuela quienes realizan la postulación (AMB: 251-7) En 1929 salen sendas cuadrillas de 12 condiscípulos cada una en Retuerto y Kareaga (AM B: 466-14). La de esta última barriada osciló entre 12 y 14 componentes durante el periodo republicano (JLZG.). El grupo de intérpretes de las carrascoliendas de Ugarte -barrio situado a ambos lados del límite entre Barakaldo y el Valle de Trapaga- fue algo más numeroso, contando con 15 o 20 componentes, de edades comprendidas entre los 10 y 14 años (CBC, DLV). Habitualmente los chavales salían solos, aunque excepcionalmente algún grupo fue acompañado por su respectivo maestro (Dueñas/Larrinaga, 1989: 15). Su indumentaria era la cotidiana y propia de los niños de las clases populares. Parece ser, no obstante que, excepcionalmente, grupos como el de Llano en 1919 salieron con un sencillo disfraz carnavalesco: caras pintadas, cencerros y otros utensilios (JLU).

Los protagonistas de la cuestación eran los “chicos de las escuelas”, que la realizaban generalmente el Domingo u otro día del Carnaval.

La cuestación se efectuaba durante la mañana del domingo de Carnaval según mis informantes, aunque con algunas excepciones, como en La Quadra. Examinada la documentación concerniente a los periodos solicitados en el municipio de Barakaldo durante trece años, a lo largo de los que salieron 48 cuadrillas autorizadas, tan solo en 27 casos se especifica la fecha de la cuestación: en 20 ocasiones (74,1%) se trata del Domingo de Carnaval, y tan solo en las 7 restantes (25,9%) de los “días de Carnaval”, “Días de Carnestolendas” o “tres días de Carnaval”. Este periodo más amplio lo solicitan las escuelas de Llano y de Retuerto; es decir aquéllos barrios cuyo ámbito, más extenso y/o poblado, obligan a prolongar el recorrido. Sabemos que las cuadrillas de San Bizente, Llano y Retuerto acudían previamente a misa de las 6 h. de la mañana, durante la que “la gracia estaba en que el gallo -que portaban- cantase” (AAG).

El gallo a buen recaudo. Trapagaran

EL GALLO

Y es que cada grupo llevaba consigo un gallo, motivo central de sus coplas. Casi siempre negro: San Bizente (EA; JB.) o Retuerto (AAG); o rojo: El Regato/Errekatxo (FAV; ELU), Kareaga (JLZG.) y Ugarte (CBC). Quizás con la única excepción del más informal grupo postulante de Santa Águeda (IUV). Lo portaba uno de los niños, bajo el brazo, y otro llevaba consigo una cesta para recoger las viandas obtenidas. Así como también una bandera o estandarte y una bolsa para el dinero en las zonas más urbanizadas a diferencia de los de Santa Águeda o los de El Regato, barrio este último donde la sustituían por “el pañuelo de la abuela” (AEV). Fue frecuente enarbolar la bandera “nacional” de cada escuela, como en Ugarte; “una bandera blanca con lazo de los colores nacionales vigentes” para 1932 en Retuerto (AMB.: 563-2); un estandarte rojo y blanco en Llano; la ikurriña en San Bizente y Kareaga y la republicana en Retuerto (1932). Algunos grupos, como el de Ugarte, iban provistos de una bota de vino para amenizar el recorrido, y de un palo para protegerse de los perros de las casas visitadas (DLV).

Escuelas de Llano

ÁMBITOS DE CUESTACIÓN

Los niños iban de puerta en puerta cantando y solicitando dádivas. Gráficamente, los peticionarios de 1908 en Lutxana explicitan su intención de “andar las casas” (AMB: 215-5), y los de Retuerto en 1932 la de “postular por las puertas (AMB: 563-2). Recorrían el ámbito de su distrito escolar, en ocasiones coincidente con el del barrio respectivo. Así, los del grupo de San Bizente se desplazaban también a las barriadas anejas de Beurko, San Bartolomé, Zuazo y Arteagabeitia; en 1904 otros coros de la escuela de San Bizente iban a Landaburu (AMB: 203-23). El de Retuerto visitaba este barrio más los caseríos de Gorostiza, Kareaga y se acercaban por Zubitxueta, en el puente de Gervasio, lindante con Zuazo (AAG; AMB: 563-23). Con la nueva escuela de Kareaga se organizó un grupo que recorría esta barriada, así como las de Loizaga, Sesumaga, Agirre, Zabalenkanpa/ Sobrecampa) y se acercaban hasta el puente de Retuerto, sobre el río Castaños (JLZG). Los niños de El Regato visitaban todas las barriadas del valle, hasta Bengolea (FAU.; ELU). Los de Santa Águeda el ámbito barakaldarra de su barrio, desde Peñaskuren hasta la alhóndiga, pero no la orilla bilbaína de Kastrexana (VLA). A comienzos de siglo, el coro de párvulos de las carrascoliendas de Lutxana visitaba Bituritxa hasta Sakona (Tomasillo), subiendo hasta Llano, para bajar hasta la estación de tren y regresar a su punto de partida en la iglesia (BES). Pero, en 1908, los postulantes lutxanatarras solicitan permiso para recorrer su propio barrio y el de Burtzeña (AM B: 212-5).

La postulación se realizaba de casa en casa, por el propio barrio en ocasiones coincidente con el distrito escolar.

Escuelas de Bituritxa

Una vez edificada, en 1904, la nueva escuela de Llano muy pronto los condiscípulos de la misma comenzarán a recorrer los barrios que integran el nuevo distrito escolar. Ya en 1908 solicitan permiso para postular en Lutxana y Burtzeña (AMB: 212-5). Este ámbito no se amplía, pero la diferenciación de viejos núcleos rurales, consolidados por una incipiente urbanización, es reflejada por la documentación. Durante la década de los años veinte se citan, además, los barrios de Llano y de Cruces/Gurutzeta, así como los de Bituritxa o Buen Pastor. La población de este ámbito ampliado hace necesaria la organización de dos grupos en 1930, correspondiendo a uno de ellos la zona de Lutxana y Bituritxa y al otro los de Llano, Cruces y Burtzeña (AMB: 518-14). La edificación, en 1931, de nueva escuela en Bituritxa, implicó la reducción del distrito escolar de Llano; el coro de carrascoliendas de 1933 recorre los barrios de Lutxana y de Bituritxa (AMB: 609-12). El grupo de postulantes de la escuela de Ugarte, ámbito liminal anejo a Barakaldo, recorría los barrios del propio Ugarte, Durañona, Trapaga-Kauso y El Juncal (CBC, DLV).

En la capitalidad de El Desierto el grupo de siete niños de las escuelas de Altos Hornos, sitas en la calle Ibarra, que en 1904 interpreta las carrascoliendas, lo hace en su entorno inmediato, es decir en las calles: Arana, Murrieta, Plaza, El Carmen y Reketa (AMB: 203-23). En el ámbito urbano no se volverían a efectuar esta cuestación, al parecer, hasta los años treinta, cuando cantó las carrascoliendas un grupo de chavales de El Porvenir y de La Armonía, cooperativas de “casas baratas” sitas en Arteagabeitia y edificadas respectivamente en 1924 y 1929 (IHM).

Los diferentes ámbitos recorridos de los grupos postulantes se distribuyen de forma desigual en el territorio barakaldarra, así como a través de una secuencia cronológica. Las carrascoliendas tenían escasa presencia en el ámbito urbano, donde nunca las organizan los alumnos de las escuelas de Rageta y solo en una ocasión los de las de A. H. V. También en la zona periurbana salen en pocas ocasiones: 1 en Landaburu (1904) y 4 en San Bizente, donde no hay noticias documentales a partir de 1919. Tampoco las hubo en las zonas periféricas, geográfica y etnográficamente, de los barrios de Irauregi y Alonsotegi6Sin embargo, mis informantes locales estaban en cierto modo familiarizados con la cuestación de carrascoliendas. Uno de ellos (LSH) de Alonsotegi, afirmaba que el maestro local les hablaba de la misma, y otro de Artigas (VHS.) me dijo lo propio de su madre. Ambos las habían escuchado en labios de un convecino de Galdames, e incluso afirmaban haber visto en la escuela de Alonsotegi el estandarte que llevaban consigo los chicos que salían a postular.. Persisten con inusitado vigor en zonas rururbanas, como Retuerto -7 ocasiones- a partir de la creación de su escuela. Aunque es El Regato, barrio rural y minero por excelencia, el que -con 11 ocasiones- encabeza el ranking de cuestaciones.

Y es que los imperativos del cambio social y demográfico actúan contra esta tradicional costumbre: en Ugarte, apenas salieron carrascoliendas con posterioridad a 1919 (CBC). El dinamismo del citado maestro de Llano, que enseñó la letra a sus discípulos y les animó a salir en ronda de cuestación, explica la persistencia allí hasta el umbral de la Guerra Civil, de esta tradición en un entorno industrial y urbano, aunque de hábitat parcialmente disperso; son 10 las actuaciones del coro escolar de las que tenemos constancia documentada, a las que hay que añadir otras 2 más correspondientes a Lutxana7Donde el final de las rondas corales y petitorias se asocia a la toma de posesión de su nuevo maestro, Eulalio Landa, que procedía de la escuela de Urroz (Navarra) y comunica al Ayuntamiento de Barakaldo que ha sido nombrado para la escuela de Llano el 20.06.1933 (AMB: 225-2).. El grupo informal de Santa Águeda no se verá formalizado por la escuela de barriada de Kastrexana, construida en 1927, quizás por la ubicación periférica y liminal de esta barriada con respecto al ámbito nuclear de las carrascoliendas.

PRODUCTO OBTENIDO

El grueso del producto obtenido mediante la cuestación consistía en sencillas viandas disponibles en los caseríos, e incluso en viviendas obreras dotadas de huerta y de animales domésticos: chorizos y huevos. Los chavales recogían, además, algo de dinero. Siempre en proporciones variables: tan solo viandas en El Regato, dinero en Llano y su entorno, así como algo en especie, y ambas cosas en los demás barrios. Con lo recogido en especie se efectuaba una merienda en alguna taberna del vecindario8En la lutxanatarra Tienda del Porrón (BES) o la regateña Taberna de Morriones (FAU; ELU)..

El grueso del producto obtenido consistía en viandas de los caseríos o en dinero; éste a repartir entre los integrantes del grupo.

El dinero en metálico se lo repartían entre los integrantes del grupo o bien, como en Ugarte, se lo jugaban a la garza o a la trompa (CBC).Nuevamente el grupo de Llano es atípico a este respecto. Algunos años se repartían el dinero, otros compraban un obsequio a su maestro Justo Pérez Echevarría; y otros, con seguridad a instancias de éste, lo destinaban a actividades recreativo-culturales de su escuela9Comenzando por organizar una excursión al vecino monte Arroletza, para acudir más tarde a Gernika (JLU.). Años más adelante, en 1926, destinan la colecta “a una excursión al histórico Durango, contando con permiso de los padres y acompañados del profesor” (AMB: 251.7); para 1927 se proponen visitar con el producto de la cuestación “la histórica Valmaseda, al igual que lo hicieron en Guernica, Orduña, Durango y Bilbao en anteriores años, en viaje de recreo e instrucción” (AMB: 252 [253]-2). En 1928 para “un fin cultural, cual es nuestra Biblioteca escolar-recreativa” (A MB: 255-36); en 1929 “para su acostumbrada y anual excursión escolar, recreativo-instructiva” (A MB: 466-14); en 1930 el “beneficio se dedica a fines culturales de la escuela” (AMB: 518-154); nuevamente en 1931, “para adquirir recursos destinados a excursión escolar” (AMB: 532-9)..

Fiesta del Gallo en Amurrio, hacia 1982. Postulación análoga a la barakaldarra. F. Joaquín Jiménez

LETRA DE LA CANCIÓN DE POSTULACIÓN

Con muy ligeras variantes, y con las salvedades que se apuntan, la letra de esta postulación se repite en los diferentes barrios barakaldarras, e incluso en parte de la Zona Minera (Dueñas/Larrinaga: 1986). Transcribo a continuación la versión arquetípica, aunque también existieron pequeñas variantes barriales.

Las carrascoliendas (Barakaldo)

Ya nos vienen las carrascoliendas
señoras mujeres es lo que se estila
los muchachos que van a la escuela
recogen forrajes para sus comidas.

Si no saben lo que son forrajes
ya lo explicaremos con grande armonía:
huevos y chorizo, longaniza fría
y otros arrendajos que en la casa había.

Cuando fuimos a Granada,
cuando fuimos a Toledo
nos salieron los ladrones,
nos robaron el dinero;
con lo poco que nos dejaron
compramos un gallo negro.

Este gallo es garfador
de trigo y cebada ajena;
aquí ha de morir, traidor,
entre chicos de la escuela.

Ya leha visto el cirujano,
también lo ha visto el barbero,
todos dicen que no es nada
y el gallo se va muriendo.

¡Alto!, ¡alto!, capitán,
con la bandera en la mano;
¡alto!, ¡alto!, señorita,
procurad de darnos algo
que si no las gallinitas
se irán descabezando.

Licencia del Rey traemos,
de su Majestad Divina
y al que no nos dé limosna
le matamos las gallinas.

La señora de esta casa
es una santa mujer,
pero más santa sería
si nos diera de comer.

Una variante local significativa es la estrofa final añadida, dedicada por los escolares de El Regato/Errekatxo a su maestro, en 1931 (BZU).

La cresta de este gallo
se la hemos de regalar
al señor Don León Jimeno,
maestro de este lugar.

La versión de la escuela de Llano fue más compleja, permeada por versos postizos sin duda imputables a la inventiva de ese dinámico animador que fue su maestro. Entre las estrofas 1ª y 3ª intercalaban otras cuatro; de tipo culto y no popular. Tras la 4ª estrofa de la versión canónica seguían otras dos también privativas de este grupo escolar (JLU).

A este gallo le ha salido
una verruga en el pico
porque nadie se la corte
se la ha de cortar un chico.

Es su pluma muy bonita,
su postura es muy galana,
pero la cresta que tiene
ya no la tendrá mañana.

Después de “¡Alto!, ¡alto!, capitán…” y antes de “La señora de esta casa…”, cantaban.

Esta bandera que ven,
colocada en un palo,
representa el amor propio
de los muchachos de Llano.

Para finalizar de la forma siguiente:

La señora de esta casa
ya nos puede preparar
buenos chorizos y huevos,
que es día de Carnaval.

Lo habitual era cantar las coplas rituales ante cada casa. No obstante, el coro guardaba silencio en la casa donde hubiera fallecido alguien recientemente. Pero sus moradores obsequiaban a los chavales como los de cualquier otro domicilio.

La versión cantada en San Bizente, hacia 1920 o 1921, contiene algunas variantes. Mis informantes (JB; RA; EA.) no recuerdan la tercera estrofa, alterando el orden de otras.

A las señoras mujeres
tratarlas con cortesía,
para que nos den los huevos
revueltos con longanizas.

Durante la cuestación de 1920 se utilizó una canción más culta, compuesta al efecto por Pedro Alberdi, director de la Banda Municipal de Música de Barakaldo (JLU).

Recapitulación de los permisos concedidos por el Ayuntamiento de Barakaldo para las carnestolendas (1904-1934)

AñosNúm.Escuelas de los niños solicitantes
19046A.H.V; San Bizente; Lutxana; Retuerto; Kareaga; El Regato/Errekatxo
19085San Bizente; Lutxana; Llano; Retuerto; El Regato/Errekatxo
19134San Bizente; Llano; Retuerto; El Regato/Errekatxo
19193San Bizente; Llano; El Regato/Errekatxo
19263Llano; Retuerto; El Regato/Errekatxo
19273Llano; Retuerto; El Regato/Errekatxo
19282Llano; El Regato/Errekatxo
19294Llano; Retuerto; Kareaga; El Regato/Errekatxo
19305Llano (2 grupos); Retuerto; Kareaga; El Regato/Errekatxo
19314Llano; Retuerto; Kareaga; El Regato/Errekatxo
19324Llano; Retuerto; Kareaga; El Regato/Errekatxo
19333Llano; Kareaga; El Regato/Errekatxo
19341Kareaga
19361Kareaga

Totales 48 Llano: 12; El Regato: 12; Retuerto: 9; Kareaga: 7; San Bizente: 5; Lutxana: 2; A.H.V: 1.

FUENTES (Signaturas): AMB: 202-23 (1904; BLZ-1-20 (1908); 442-27 (1913); BL2.1-15 (1919); BLZ-1-49 (1926); 252 (253)-2 (1927); 255 (253)-36 (1928); BLZ.-2-1 (1929); 518-14 (1930); BL2-2-10 (1931); BL2.-2-14 (1932); 609-12 (1933); 635-1 (1934); A104-8-2 (1936).

Esta expresión pública de sociabilidad, infantil y vecinal al propio tiempo, celebrada con anterioridad a la contienda civil desapareció en Barakaldo con el transcurso de la misma en Euskadi- 1937- y sus secuelas.

ÁREA SUPRAMUNICIPAL DE LAS CARRASCOLIENDAS

Cartel de las carrascoliendas de Trapagaran. 2017

Pero el ámbito de difusión de las carrascoliendas era supralocal, ya que no se limitaba al importante segmento del territorio barakaldarra hasta aquí descrito. Su práctica se prolongó por los inmediatos municipios del Valle de Trapaga, donde salían rondas escolares en Ugarte y La Arboleda10El grupo de postulantes infantiles de La Arboleda recorría, al parecer, su propio barrio así como también los de Burzako, Matamoros, Larreineta y Barrionuevo. (Dueñas, 1988; Dueñas/ Larrinaga, 1989: 4-5, 14-17, 38-39, 53-54). También en Ortuella, con los coros del núcleo, Nocedal y sobre todo Urioste, cuyos niños acudían a la escuela de Trapaga. Penetrando intersticialmente en Abanto y Zierbana, donde únicamente salió al parecer un grupo en el barrio minero de Las Calizas11En esta zona minero-fabril, etnográficamente asociada a Barakaldo, efectué personalmente trabajo de campo sobre las carrascoliendas respectivas, que no utilizo aquí por quedar fuera de nuestro ámbito territorial de análisis.. No se utilizaba ningún tipo de atuendo ni acompañamiento especial, salvo en este último barrio donde llevaban gorros de cartón y disfraces, guitarras y tapaderas12En otros barrios, como Loredo y Gallarta, el texto de la canción era conocido; y, aunque fragmentariamente, sucedía lo propio en San Esteban y Laiseka (Galdames), según Dueñas. (Homobono, 1994: 127-128). Algunas comparsas de Carnaval interpretaron la letra de la canción en Sestao y en Galdames, aunque al margen de la cuestación infantil.

Salvada la discontinuidad territorial barakaldarra en el valle del Kadagua (Alonsotegi-Irauregi), el área de las carrascoliendas se prolongaba en el distrito escolar de La Quadra (Güeñes), así como en los de Molinar (Sandamendi), Iratzagorria, El Verdugal/Ibardugain y Zaldu (Gordexola). La postulación de viandas y las estrofas eran casi análogas a las de Barakaldo. Antaño se dedicaban algunas estrofas al alcalde y al cura. En la canción gordexolana se cambiaba el nombre del maestro, adoptando el de cada momento.

En Gordexola, las carnestolendas del Jueves Gordo se efectuaban en cada barrio, el viernes en la capitalidad del municipio -con vacación de los escolares- y el sábado se acercaban hasta las poblaciones próximas de Artziniega y Sodupe (Etxebarria, 1997: 211; 2017); con letra muy similar durante la década de los ochenta, pero con un gallo “de verdad”. Recogían tortas de maíz, longanizas y huevos en una cesta al efecto y, en los últimos tiempos, solo dinero en una bolsa. Su ámbito espacial se circunscribía al de su escuela. Con lo obtenido se celebra una merienda presidida por el maestro, destinando el sobrante a obras de caridad. Postulación privativa de los chicos de la escuela, entre 10 y 14 años, en grupos cuyo número oscilaba entre 7 y 16 componentes; sin atuendo especial ni instrumentos musicales y portando un gallo, motivo central de las coplas, de color rojo o negro: en los últimos tiempos la cuestación se celebraba el domingo y martes de Carnaval (Eusko Ikaskuntza, 1922: 101; Etxebarria, 1997: 211-214, 2017; Kastañabakotza Taldea, 2000: 151-153; Dueñas y Larrinaga, 1989).

Las carrascoliendas se cantaban asimismo, con ligera variantes, en pueblos del valle del Kadagua (Gordexola, Gueñes), en Las Encartaciones, y en otros muchos de Álava.

En Sodupe y Gueñes, los niños de las escuelas acompañaban su postulación con algunos instrumentos musicales. Llevando consigo, asimismo, un gallo en un cesto adornado, visitando los barrios y caseríos de las inmediaciones. Salían disfrazados, colocando un lazo en el pescuezo al gallo. Los disfraces fueron desapareciendo con los años, y las estrofas apenas diferían de las de otras zonas. Durante la década de los treinta, también salían el Jueves Gordo los niños de Goikuria, disfrazados y con las caras pintadas, portando palos, una bandera, un cesto para recoger las viandas y un gallo. Recorrían su propio barrio, así como los próximos (Basori, Artxube, Santxosolo, Lanbarri), alcanzando en algunas ocasiones hasta la capitalidad municipal de Gueñes. En el Valle de Mena, y pueblo de Tudela se recogió una versión casi análoga (Etxebarria, 1997: 213-214, 429; 2017).

Con la denominación de carnestolendas, la cuestación infantil se realizaba también el Jueves Lardero en los pueblos, inmediatos a Las Encartaciones, de Okondo y Aiara (Erbi, Menagarai, Kexaa, Salmantón, Soxoguti…) (Jiménez, 1983: 58-59)13También, aunque el Domingo de Carnaval por la mañana, en Laudio/Llodio y Arrankudiaga, con una letra reducida a su mínima expresión, según Garmendia, 1982: 65.. En los restantes pueblos de la Tierra de Aiara la cuestación infantil se denominó fiesta del Gallo, con una letra diferenciada con respecto a las carrascoliendas, salvo “Este gallo escarbador…” y una comitiva integrada por todos los chavales del pueblo, llevando el capitán un llamativo pañuelo. También se corrieron gallos, descabezados con espada por la muchachada, por lo que el ritual de cuestación se asemeja ya más al de otras zonas alavesas (Jiménez, 1983: 60). Los actos finales consisten en matar el gallo y en la merienda. En Amurrio14Con versos similares a los de Barakaldo y el gallo en una jaula portada por dos niños (Ortiz de Zárate, 2013: 24). también se realizaba, el Jueves de Lardero, esta matanza o “correr el gallo”, así como en Laudio/Llodio y Arrastaria15Y algunos de sus rasgos en Arrieta, Murgia, Salinas de Añana/Gesaltza, Peñacerrada/Urizaharra, Pipaón, Loza, Santa Cruz de Campezo/Santikurutze Kanpezu, Bernedo, Markinez; en San Migel (Ribera Alta/Erriberagoitia), asociado con el aguinaldo. Así como en Ametzaga (Zuia) y Miñao a otros rituales del ciclo anual..

En Lendoño de Abajo/Lendoñobeiti (Orduña) y pueblos de su entorno se denominaba “Fiesta del Gallo”, postulando los niños con un gallo en una jaula adornada con cintas de colores, y posterior merienda. En este mismo valle del Nervión y pueblo de Arrankudiaga, también en Bizkaia, salió en cuestación una comparsa escolar el Eguen Zuri, o jueves anterior al Domingo de Carnaval, llevando el gallo y cantando alguna estrofa en castellano -“Este gallo es catador”- análogas a las de nuestra cuestación. Lo propio sucedió, al parecer, en el barrio carranzano de Las Bárcenas (Dueñas y Larrinaga, 1986: 66).

En la Llanada oriental alavesa los escolares del pueblo de Arrieta salían en cuestación el miércoles anterior al Domingo de Carnaval, con bandera aunque sin gallo, y cantando seis estrofas de las carrascoliendas análogas a las barakaldarras16Este ollasko jokua, caracteriza asimismo el carnaval infantil de muchos pueblos guipuzcoanos y navarros.Las marzas infantiles de algunos pueblos de Cantabria también coinciden en fecha, gallo y bandera con nuestras carrascoliendas, aunque el canto petitorio sea distinto (Montesino, 2000). (Garmendia, 1982: 22-23). En Alaitza, como en otros pueblos, el día del Gallo o de Lardero los niños pedían por las casas, llevando bandera y gallo, coincidiendo algunas de sus estrofas con las barakaldarras. En Campezo/Kanpezu, después de haber recorrido el pueblo iban a la plaza, colgando al gallo en el balcón del Ayuntamiento, donde niñas con los ojos vendados intentaban descabezarlo con una espada. Algunas de las estrofas de este “juego del gallo” coincidían también con las nuestras (López de Guereñu, 1980: 435-437, 506-507).

CONCLUSIÓN HISTÓRICA

Las carrascoliendas consisten en cantar y comer, actos propios del Carnaval. El juego o sacrificio del gallo, con cuestación escolar, es uno de los más característicos de chicos y mozos por Carnaval en el norte y centro de España, e incluso en otras zonas europeas. Si carnestolendas significa privación de carne, correr y/o matar el gallo, parece asociarse a la represión del apetito carnal. Y también su sangre ha tenido un carácter propiciatorio de la fertilidad femenina (Caro Baroja, 1979: 75-90; Ortiz de Zárate, 2013: 304).

Comer y cantar son importantes actividades sociales, mecanismos de identidad sociocultural del grupo. Las carrascoliendas constituyen un ritual de paso iniciático en la sociedad tradicional, a través de las interacciones festivas de los grupos para el ritual: petición de viandas, organización de comidas grupales, muerte del gallo, etc. De esta forma, se refuerzan simbólicamente sus vínculos a través de la sociabilidad y la comensalía, así como su pertenencia al grupo, a la escuela y al barrio o distrito escolar y al vecindario.

El tiempo de las carrascoliendas, período liminal entre el fin del invierno y el principio de la primavera, es uno de los momentos escogidos en las comunidades semirrurales, para que los varones que cumplen casi catorce años, superen una serie de pruebas que les separarán de las cuadrillas mixtas infantiles y les harán miembros de pleno derecho de la cuadrilla unisexual. La llegada a la mocedad representa un momento esencial en la reproducción de la estructura social comunitaria, ya que la pubertad marca el inicio de la nueva generación. Por ello, en las carrascoliendas, la comunidad asume la importancia de los ritos de paso de sus nuevos varones. Cantar, recolectar y comer tienen como fin mostrar a la comunidad su capacidad para formar parte de ella (Homobono a, 1994 [2009]: 45). Igualmente se les permiten leves actos de pillaje: robos de animales en las casas del pueblo, socialmente aceptados. Esta práctica simboliza las travesuras de la infancia que deben dejarse atrás, aunque éstos transitoriamente se valgan de ellas para ritualizar la transgresión simbólica del orden social.

Carrascoliendas de Trapagaran. Ugarte, 2016. Foto Deia

Las aportaciones de las mujeres en el desarrollo de las carrascoliendas son un hecho incuestionable. Como la entrega de productos del cerdo elaborados por ellas, más el consentimiento del hurto ritual de sus huertos domésticos y gallineros. En la casa se desarrollan las estrategias simbólicas propias de la subcultura doméstica femenina; frente a las masculinas en el espacio público ocupado por los hombres. El ama de casa, y la casa en su conjunto, van a ser evaluadas por la dádiva, en función de su calidad. El papel desempeñado por las mujeres en el conjunto de la fiesta, es el de su subordinación, real y simbólica, al hombre, e incluso a los chavales, protagonistas del ritual, que efectúan la reproducción social de valores y estereotipos masculinos. Por lo que respecta al contenido de los mensajes emitidos por los cantos, es constatable su carácter androcéntrico. En ellos, se resalta el ideal de mujer honrada y trabajadora. En el mejor de los casos, un ser pasivo al que es necesario halagar (cfr. Montesino, 2000: 82-83, 87-88).

RECUPERACIÓN DE LAS CARRASCOLIENDAS

Durante la década de los ochenta organizó su cuestación de carrascoliendas, el Martes de Carnaval, un colegio público de Trapagaran; así como los escolares de la ikastola de Gordexola, el Jueves Gordo en Gordexola y el sábado en Artzeniega y Sodupe (Etxebarria, 1997: 211; 2017), participando niños y niñas, sin disfraces ni instrumentos musicales, y recogiendo sólo dinero. Pero en Barakaldo no se efectuó esfuerzo alguno para recuperar esta tradición.

En Trapagaran, desde 2011 a 201817De acuerdo con mi trabajo de campo efectuado el 17.02.2018. inclusive, promovidas por Trapagarango Basetxegaztetxea y la Gazte Asanblada primero, y otros años también por Danetarako Danok Dantza Taldea, Aldai auzo elkartea, Aldapa Elgero, Urioste, Ugarte y Zaballa jendeak, se han recuperado las antiguas carrascoliendas.

Lunch en Elgero 2018. Foto J. I. Homobono

Con la cara tapada, gorros y andrajos multicolores y danzas creadas para la ocasión, inspiradas en los carnavales altonavarros y bertsolaris18Que exponen una reivindicación propia de cada barrio., aunque entonando también las coplas tradicionales y portando el gallo negro19Gallo suprimido recientemente, a instancias de grupos feministas y sensibilidades animalistas.. No de casa en casa, sino de barrio en barrio; sin pedir, ya que una asociación -cultural y/o vecinal- les ofrece un lunch en cada vecindario.

Con entre 50 y 100 jóvenes -chicos y chicas- según barrios, y adultos/as, acompañados por una docena músicos, los participantes recorren, por la mañana, los barrios de Zaballa, Ugarte, Elgero y San Gabriel, además del ortuellarra de Urioste, cuyos niños acudían antaño a la escuela de Trapagaran, interpretando en éste la versión local diferenciada. Al mediodía se realizaba una comida popular en uno de los frontones municipales, pasacalles y romería nocturna, dando como resultado un espacio-tiempo de socialización un tanto transgresora.

En Barakaldo hubo un intento de poner en escena las carrascoliendas en 2014, por parte de la Escuela de Música Hala Dzipo. El mal tiempo obligó a realizarlo bajo techo, en los locales de la Casa de Cultura de San Bizente; ataviados/as con trajes coloristas para bailar y cantar las coplas. Intento que no se ha vuelto a repetir.

También en Gordexola, desde 2007, se han revitalizado las carnestolendas, seleccionando al efecto una de las varias versiones barriales. Se incluye un gallo de cartulina en una cesta y se realiza una chocolatada. Lo protagonizan alumnos/as -de quinto y sexto- del colegio mixto Eduardo Eskartzaga, vestidos con disfraces de reminiscencias medievales y a partir del centro del valle. Se trata de una iniciativa del Museo de Las Encartaciones – Enkarterrietako Museoa y del Ayuntamiento20Con objeto de recuperar esta tradición se organizó una actividad pedagógica; técnicos de educación del Museo organizaron un encuentro al efecto entre jóvenes y mayores del municipio. Para la celebración de 2007 se alquiló un autobús, con el alumnado recorriendo las aldeas principales y cantando en las plazas y espacios centrales. Destacando el entorno de Iratzagorria, donde fueron numerosos los vecinos que donaron chorizos, galletas, longanizas, etc. El acto finalizó en la plaza de Molinar, junto a la iglesia de San Juan, ofreciendo uno de los bares de la plaza una chocolatada tanto al alumnado como al gran número de personas asistentes. Desde entonces se trasladó la fecha tradicional al sábado. Utilizándose la ikurriña como bandera (JBM)..

Cantando las carrascoliendas. Zaballa. Trapagaran. 2018. Foto J. I. Homobono

Informantes orales y fuentes manuscritas

Fuentes orales (informantes)

AAG- Avelina Allende Gorostiza (Gorostiza): 10.11.1895. En Gorostiza: 14.02.1981.

AEU- Apolinaria Escobal Urcullu (El Regato): 5.01.1892. En El Regato: 1.02.1890.

BES- Basilia Echevarría Saráchaga (Bituritxa/Lutxana): 2.03.1884. En Bituritxa: 12.01.1981.

BZU- Benigno Zaballa Urkullu (Tellitu/El Regato): 13.02.1920-1999. En Tellitu: 31.08.1980.

CBC y DLV- Ugarte

DSM – Dolores Salazar Miranda (Ciscal / Lakabex [La Quadra]): 16.01.1900. En La Quadra: 9.01.1981.

EA- San Bizente

ELU- Elisa Landaburu Unanue (El Regato / Errekatxo): 6.08.1894. En El Regato: 6.01.1981.

FAU- Florentino Aldasoro Urreta (El Regato / Errekatxo): 20.06.1896. En El Regato: 6.01.1981.

FSF- Fortunato Saracho Fica (El Regato / Errekatxo): 7.06.1894. En El Regato: 24.08.1980.

FZL- Francisco Zabala Larrea (Irauregi/Alonsotegi): 28.04.1896. En Irauregi: 31.08.1980.

IAE- Iñaki Arana Etxebarria (Trapagaran): 19.11.1953. En Trapagaran: 17.02.2018.

IHM- Ignacio Homobono Marina (Zaballa-Barakaldo): 17.05.1920-1.01.2006. En Barakaldo.

IUV- Isabel Urionabarrenechea Valle (Santa Águeda): 25.04.1899. En Santa Águeda: 27.08.1980.

JA- Juan Albizu García (Urioste): 22.08.1919 -. En Urioste, 1979.

JB- San Bizente.

JBM- Javier Barrio Marro. Director del Museo Las Encartaciones. 3.08.2018.

JLU- José Luis Urquijo (Burtzeña-Llano). En Burtzeña: 1981.

JRS- Ramón Sarasola (Urioste). En Urioste, 1979.

JLZ.; MCGA: Kareaga.

RUS- Ramona Urbina Sasía (Retuerto/Zuazo): 31.08.1895. En Zuazo: 24.08.1980.

VHS- Valentín Hurtado de Saratxo (Artigas [Bilbao]/Alonsotegi): 1902. En Irauregi: 31.08.1980.

VLA- Vicenta Latorre Allende (Aldeko/Santa Águeda): 22.01.1896. En Aldeko: 28.02.1980.

VUC- Valentín Uriarte Careaga (Retuerto): 30.12.1909: 26.08.1980.

Fuentes manuscritas

Archivo Municipal de Barakaldo (AMB).

Prensa local

Dossier de prensa: Deia y Gara (2011-2016)

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